Biografía - No sólo malos

Tarantino, como sabemos, es el clásico director al que le encantan los actores-fetichistas, rostros que adora y sobre los que esculpe muchos de los papeles nacidos de su ferviente imaginación. Uma Thurman es uno de ellos, pero otro nombre que puede pronunciarse con seguridad es el del tenebroso Michael Madsen.

Tímido, reservado, poco amigo de la sociedad y de los focos, el apuesto Madsen nació en Chicago el 25 de septiembre de 1959 y de joven estaba tan lejos de pensar en aparecer en los platós que trabajó durante mucho tiempo como dependiente en una gasolinera. Hermano mayor, sin embargo, de la actriz Virginia Madsen, respiró cine desde muy pequeño, por lo que era natural que este mundo ejerciera su influencia sobre él.Un buen día deja temporalmente su trabajo y se presenta a una audición.

Hizo su primera prueba seria como actor en el Steppenwolf Theatre de Chicago, donde llegó a trabajar junto a John Malkovich. Luego, a pequeños pasos, se fue labrando papeles cada vez más importantes en el cine: el primero fue en 1983 en "Wargames - Juegos de guerra". Tras mudarse a Los Ángeles, comenzó su cadena de apariciones en televisión y cine, entre las que destacan...'Special Bulletin' y 'The Best' (1984, con Robert Redford, Robert Duvall y Glenn Close).

Madsen gana credibilidad, su nombre se convierte en garantía de seriedad y eficacia segura en el papel que le toque interpretar. No pierde detalle: en 1991, además de participar en el film-biopic "The Doors" (de Oliver Stone, con Val Kilmer y Meg Ryan) aparece en esa obra maestra que es "Thelma & Louise" (de Ridley Scott, con Susan Sarandon y Geena Davis), luego impacta al gran público por suinterpretando a un asesino psicótico en la película de John Dahl Mátame otra vez.

Fue precisamente esta película la que atrajo la atención de Quentin Tarantino, que estaba trabajando en el guión de su primera película 'Las hienas' (con Harvey Keitel y Tim Roth). Un debut que ahora es un culto y una actuación, la de Michael Madsen, aclamada tanto por la crítica como por el público, que consolida su reputación de perfecto intérprete de asesinos incompletos, a riesgo de atraparle en un papel demasiado estrecho.

No hay duda de que el papel de 'villano' le va como anillo al dedo: es un criminal en 'The Getaway' y es el no tan bueno Sonny Black en 'Donnie Brasco' (junto a un rotundo Al Pacino, y con Johnny Depp).

En los años siguientes, aceptó los papeles más diversos, demostrando el grado de eclecticismo del que es capaz. Es el padre cariñoso de 'Liberad a Willy', el avezado asesino alienígena de 'Species' o el agente de la CIA de '007 - La muerte puede esperar'. Pero es Tarantino su faro, el hombre que sabe sacarle el máximo partido. Una afirmación fácil de comprobar gracias a su regreso al lado del director italiano.estadounidense en los dos volúmenes (2003, 2004) que componen su obra maestra 'Kill Bill'.

Entre sus películas posteriores figuran "Sin City" (2005), "Bloodrayne" (2005), "Hell Ride" (2008) y "Sin City 2" (2009).