Biografía de Gianluigi Bonelli
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Biografía - El novelista se pasa al cómic
Extraordinario narrador, escritor, guionista, Gianluigi Bonelli no sólo fue el patriarca del cómic italiano, sino -y quizás sobre todo- también el padre de Tex Willer, el héroe impoluto e intrépido que ha hechizado a generaciones de lectores, consiguiendo ligarlos a él, un caso más único que raro en el universo de las "nubes parlantes", incluso en la edad adulta. Cualquiera que haya leído un álbum de Texsabe en qué emociones puede uno meterse, qué fantásticas aventuras ha urdido Bonelli con su pluma.
Olvídese del cine, olvídese de la gran pantalla, olvídese de los DVD, las salas de cine en casa y demás diabluras tecnológicas modernas: basta un único título de Tex, elegido al azar, para proyectarse en otro mundo, viajar con la mente y tomarse así un seguro y excelente reconstituyente para la imaginación (y el corazón).
Ver también: Bianca Berlinguer, biografíaNacido el 22 de diciembre de 1908 en Milán, Giovanni Luigi Bonelli debutó en el mundo editorial a finales de los años veinte, escribiendo cuentos para el "Corriere dei piccoli", artículos para el "Giornale illustrato dei viaggi" publicado por Sonzogno y tres novelas de aventuras. Él mismo se definió como "un novelista prestado al cómic".
Entre sus modelos narrativos citaba a menudo a Jack London, Joseph Conrad, Stevenson, Verne y, sobre todo, Salgari, un narrador con el que Bonelli tiene mucho en común, en particular la capacidad de recrear realidades nunca vistas en persona sólo con el poder de la imaginación.
En los años 30, dirigió varios títulos de la editorial de la época "Saev": "Jumbo", "L'Audace", "Rin-Tin-Tin", "Primarosa". También escribió sus primeros guiones, realizados por ilustradores de la talla de Rino Albertarelli y Walter Molino.
En 1939, el gran paso: se hace cargo del semanario "L'Audace", que entretanto había pasado de Saev a Mondadori, y se convierte en su propio editor. Por fin puede dar rienda suelta a su inagotable imaginación sin ataduras (salvo las ventas, claro), y sin tener que escuchar los consejos, a menudo desoídos, de terceros.
Después de la guerra, en colaboración con Giovanni Di Leo, también trabajó en las traducciones de las producciones francesas "Robin hood" y "Fantax".
En 1946, sin olvidar nunca su pasión por la literatura, escribió novelas como "La Perla Negra" e "Ipnos".
Bonelli, gran aficionado a la historia de Occidente, basándose únicamente en sus conocimientos "literarios", dio finalmente a luz en 1948 a Tex Willer, precursor de todo héroe de Occidente que se precie. En su ayuda, en el plano gráfico, acudió el ilustrador Aurelio Galleppini (más conocido como Galep), creador de las inmortales fisonomías de los personajes.
Sin embargo, Tex nació con una corta vida editorial en mente y nadie esperaba el éxito que ha tenido desde entonces.
Ver también: Biografía de Nicolás MaquiaveloEn realidad, según las previsiones de su autor, debería haber durado dos o tres años como máximo, pero se convirtió en el cómic más longevo del mundo después de Mickey Mouse, y aún hoy sigue en los quioscos de "Sergio Bonelli Editore", la editorial de su hijo, que cosechó otros grandes éxitos, desde "Dylan Dog" hasta "Martin Mystere", pasando por "Nathan Never".
Aunque más tarde dedicó la mayor parte de su tiempo a Tex, Bonelli dio vida a otros numerosos personajes, entre los que hay que mencionar al menos a "El Kid", "Davy Crockett" y "Hondo".
Gianluigi Bonelli, repetimos, aunque nunca se movió sustancialmente de su ciudad natal, consiguió crear un universo realista y extremadamente creíble de un mundo lejano que sólo podía imaginar, sobre todo teniendo en cuenta que en aquella época el cine y la televisión no tenían la importancia en la conformación del imaginario que adquirieron más tarde.
Su capacidad para inventar historias y tramas apasionantes era colosal e impresionante. Baste decir que Bonelli escribió todas las aventuras de "Aquila della notte" (como llaman a Tex entre sus "hermanos indios" navajos), publicadas hasta mediados de los años ochenta, pero siguió editándolas incluso después, hasta su muerte en Alejandría el 12 de enero de 2001, a la edad de92 años.
Hoy, afortunadamente, Tex Willer, junto con sus compañeros de aventuras, Kit Carson, su joven hijo Kit y el indio Tiger Jack, sigue vivo y sigue ostentando el récord de ventas en los quioscos italianos, un auténtico héroe inmortal como pocos.