Biografía de George Foreman
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Biografía - Golpeados como hamburguesas
George Foreman, boxeador inolvidable que se proclamó campeón olímpico con sólo diecinueve años, nació el 10 de enero de 1949 en Marshall, Texas (EE.UU.). Gran atleta, está considerado por la mayoría de los críticos especializados como el mejor boxeador de todos los tiempos después del inimitable Cassius Clay.
Como todo buen boxeador americano que se precie, sus orígenes están marcados por el trabajo duro y la dureza de los barrios bajos. Sus inicios, más que en el ring canónico, le vieron protagonizar las calles de la capital tejana, Houston, donde se disputaban épicos e irregulares combates, raramente abandonados por el indomable George. Como suele decirse, en las calles hizo sus huesos. Y qué huesos. Sólo unos pocosAl año siguiente, 1968, asombró al mundo al ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Ciudad de México, gracias a una explosiva mezcla de insuperable clase y extraordinaria potencia.
Ver también: Biografía de Michael BubléRespecto a esta victoria, una curiosa anécdota tiene como protagonista a un italiano, el joven de 23 años Giorgio Bambini que, teniendo que enfrentarse en semifinales al sometido Foreman, tras un solo golpe se tumbó en la lona del ring, sordo a las indignadas exhortaciones de los entrenadores que le gritaban que se pusiera en pie de inmediato. Pasó a la historia como ''uno de los italianos más famosos del mundo''. Si estuviera loco, eso me mataría " murmuró el niño literalmente aterrorizado por su oponente.
Así pues, cuesta poco entender por qué George Foreman se ganó pronto el apodo de "Asesino", no tanto por su crueldad (que, de hecho, no existe en absoluto), sino por el proverbial poder mortífero de sus golpes, que le convirtieron en una auténtica máquina de ring. Tras su extraordinario éxito olímpico, se hizo profesional en 1969.
Ver también: Antonio Banderas, biografía: películas, carrera y vida privadaCuatro años más tarde, se proclamó campeón del mundo al derribar en el segundo asalto a Joe Frazier, el campeón de los pasados Juegos Olímpicos, celebrados en Tokio en 1964.
Pero la desgracia de Foreman (si podemos llamarla así) es que fue contemporáneo de Cassius Clay, alias Muhammad Ali, el gran campeón responsable de la primera derrota del gigante apacible criado en la carretera.
Fue en otoño de 1974 cuando ambos se enfrentaron en Kinshasa en un combate histórico (que volvió a ponerse de moda gracias a la película documental "Cuando éramos reyes"), un combate en el que Foreman sufrió lo que algunos han denominado "el gesto atlético más hermoso del siglo", es decir, el derribo de Cassius Clay sobre la leyenda Foreman, que sufrió un dramático nocaut en el octavo asalto.
Paradójicamente, sin embargo, esta derrota lo consagró para la historia, encadenándolo inextricablemente a la vida de su rival. Sus partidarios afirman que George Foreman estaba ya en sus años crepusculares cuando afrontó aquel combate, declarándose seguros de que seguramente lo habría ganado si tan sólo lo hubiera disputado uno o dos años antes.
Al año siguiente (1977) Foreman anunció al mundo su retirada definitiva de la escena competitiva.
Diez años más tarde, se anuncia sensacionalmente su regreso al mundo del boxeo, ya calvo, gordo y aparentemente muy oxidado. Los viejos aficionados, consternados, se preocupan por los posibles efectos malsanos de este regreso, mientras que los detractores hablan de una torpe maniobra publicitaria.
Sin embargo, tras algunos combates preliminares, Foreman demuestra que no está bromeando en absoluto y que está decidido a exprimir al máximo sus últimas posibilidades atléticas. Sus rivales, Dwight Muhammad, Qawi Simile, Bert Fabbrica, Gerry Cooney y Adilson Rodrigues, lo saben, hasta el punto de que, contra todo pronóstico, consigue recuperar el título el 5 de noviembre de 1994 en Las Vegascampeonato mundial de los pesos pesados contra Michael Moorer por la OMB.
A los 45 años y 9 meses de edad, George Foreman se convierte así en el campeón del mundo de más edad de la historia del boxeo: de hecho, esta hazaña debe considerarse equiparable a la de Muhammad Ali cuando le derrotó en el legendario combate.
Hoy, Foreman, que se ha convertido en una figura muy conocida en su país, se ha rodeado de una hermosa familia, se ha convertido en predicador evangélico y publica libros de recetas en los que dispensa consejos de cocina y de cómo hacer hamburguesas inimitables.