Biografía de Alberto Sordi

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Biografía - Héroe de todas las fallas italianas
El nacional Albertone, uno de los actores más populares del cine italiano, nació en Roma el 15 de junio de 1920, en pleno Trastevere, hijo de Pietro Sordi, director de orquesta y concertino de la ópera de Roma, y de Maria Righetti, profesora. A lo largo de su carrera de más de 50 años, protagonizó unas 150 películas. Su aventura artística comenzó con algunos programaspopulares programas de radio y trabajando como actor de doblaje.
Ya en 1936, se dedicó a diversos campos del mundo del espectáculo: como fantasista, extra en películas, imitador de showman, chico de revista y actor de doblaje. En aquellos años, ganó el concurso de la MGM como actor de doblaje del entonces desconocido estadounidense "Hardy Hardy", caracterizándolo inconfundiblemente con su voz y cadencia tan originales.
En 1942, protagonizó 'I tre aquilotti' (Los tres aguiluchos), de Mario Mattoli, y entretanto se hizo cada vez más popular en el mundo de las revistas de variedades, con diferencia el espectáculo teatral más popular entre los italianos incluso durante los dramáticos y tristes años de la guerra. En 1943, estuvo en el 'Quirino' de Roma con 'Ritorna Za-Bum', escrita por Marcello Marchesi y dirigida por Mattoli. Al año siguiente siguió su debut en el"Quattro Fontane" con "Sai che ti dico?", de nuevo de Marchesi y dirigida por Mattoli. A continuación participó en "ImputatiSalziamoci!", de Michele Galdieri, y su nombre apareció por primera vez en letras grandes en los carteles del espectáculo.
Su debut en el mundo de los medios de comunicación se remonta a 1948 cuando, introducido en la recién nacida EIAR (más tarde RAI) por la escritora Alba de Céspedes, condujo un programa radiofónico del que también era autor, "Vi parla Alberto Sordi". En esta ocasión también grabó algunas canciones que había escrito para Fonit, entre ellas "Nonnetta", "Il carcerato", "Il gatto" e "Il milionario".
Gracias a estas experiencias, dio vida a personajes como el Sr. Coso, Mario Pio y el Conde Claro (o los famosos "compagnucci della parrocchietta"), personajes que fueron la base principal de su gran popularidad y que le permitieron interpretar (gracias a De Sica y Zavattini) "Mamma mia, che impressione!" (1951) de Roberto Savarese.
1951 fue también el año de la gran oportunidad, del salto de calidad. Pasó de la dimensión de las revistas y las películas ligeras a caracterizaciones más importantes, sobre todo al lado de un gran maestro como Fellini (y Fellini en aquella época ya era "Fellini"). Este último, de hecho, lo eligió para el papel de protagonista de fotonovelas en "Lo sceicco bianco", un gran éxito deA pesar de ello, su interés por el directo no decayó y continuó sus espectáculos junto a monstruos sagrados como Wanda Osiris o Garinei y Giovannini (grandes autores de comedia).
Ante la excelente prueba ofrecida en 'Lo sceicco bianco', Fellini volvió a llamarle para otra película. Esta vez, sin embargo, aparte del prestigio del director y del atractivo del ahora popular cómico, ninguno de los dos podía imaginar que la película que estaban preparando les propulsaría directamente a la historia del cine, la del cine con mayúsculas. En el 53, de hecho, se estrenó 'I vitelloni', piedra angular de lascine de todos los tiempos, inmediatamente aclamado por crítica y público al unísono. El actor inventó aquí una caracterización que se convertiría en protagonista de muchas de sus películas: un tipo petulante, travieso e ingenuo al mismo tiempo.
Sordi era ya una estrella, una auténtica sensación de taquilla: sólo en 1954 se estrenaron trece películas protagonizadas por él, entre ellas "Un americano en Roma", de Steno, en la que interpretaba a Nando Moriconi, el fanfarrón romano con el mito de los Estados (al año siguiente, en Estados Unidos, en Kansas City, recibió las llaves de la ciudad y el cargo de gobernador honorario como "premio" a la propaganda...).También en el 54 ganó el "Nastro d'argento" como mejor actor de reparto por "I vitelloni".
Posteriormente, Sordi dará vida a una galería de retratos casi todos en negativo, con la intención de esbozar los defectos más típicos y evidentes de los italianos, a veces subrayados de forma benévola, otras veces desarrollados a través de una sátira feroz.
La escalada de Sordi continuó imparable y alcanzó su apogeo en los años 60, la edad de oro de la comedia italiana. Entre los galardones que recibió destacan el "Nastro d'argento" como mejor actor protagonista por "La grande guerra", de Monicelli, el "David di Donatello" por "I magliari" y "Tutti a casa", de Comencini (por la que también recibió una "Grolla d'oro"), el "Globo d'oro" por "I'm a casa" y la "Grolla d'oro" por "I'm a casa".Estados Unidos y el "Oso de Oro" en Berlín por "El diablo" de Polidoro, por no hablar de las innumerables interpretaciones magistrales en tantas otras películas que, para bien o para mal, han marcado el cine italiano. En un hipotético resumen de todo este material, lo que saldría sería una galería inagotable de retratos, imprescindibles para una imagen realistade Italia en aquel momento.
En 1966, Sordi también probó suerte como director, dando como resultado la película 'Fumo di Londra', que ganó el 'David di Donatello', mientras que, dos años más tarde, volvió a ser dirigido por otros dos maestros de la comedia como Zampa y Nanni Loy, respectivamente en la grotesca 'Il medico della mutua' (una sátira que cuestionaba el sistema nacional de salud y sus defectos), y en 'Detenuto in attesa disentencia".
Pero Sordi era un gran hombre y también supo expresar su polifacético talento en el campo del cine dramático. Una interpretación famosa por su intensidad es la de "Un borghese piccolo piccolo", también de Monicelli, que le valió otro "David di Donatello" por su interpretación.
A estas alturas, las situaciones y personajes retratados por el actor son tan amplios y variados que puede afirmar legítimamente que ha contribuido activamente al conocimiento histórico de Italia.
Recientemente, "Storia di un italiano", cintas de vídeo que mezclan fragmentos de películas de Sordi con imágenes de archivo (una reedición de una serie que se emitió en el 79 en la Rai due), se distribuirá en las escuelas italianas, como complemento de los libros de texto. Sordi, al respecto, declaró que "Sin pretender sustituir a los manuales didácticos, me gustaría hacer una contribución al conocimiento delhistoria de este país, aunque sólo sea porque, en doscientas películas, he relatado con mis personajes todos los momentos del siglo XX".
En 1994, dirigió, protagonizó y escribió, junto con el fiel Sonego, "Nestore - L'ultima corsa". Debido a la relevancia de los temas tratados, la película fue elegida por el Ministerio de Educación para promover una campaña de sensibilización en las escuelas sobre los problemas de los ancianos y el respeto a los animales. Al año siguiente, en el Festival de Venecia, donde fuepresentó "Romanzo di un giovane povero", de Ettore Scola, recibió el "Leone d'oro" a toda una vida.
En 1997, Los Ángeles y San Francisco le dedicaron un festival de 24 películas, que fue un gran éxito de público. Dos años más tarde, otro "David di Donatello" por sus "60 años de extraordinaria" carrera. El 15 de junio de 2000, con motivo de su 80 cumpleaños, el alcalde de Roma, Francesco Rutelli, le entregó el "cetro" de la ciudad por un día.
Otros reconocimientos significativos le fueron otorgados por instituciones académicas, mediante la concesión de títulos "honoris causa" en Ciencias de la Comunicación (por el IULM de Milán y la Universidad de Salerno, respectivamente). La motivación del título milanés reza así: "El título se concede a Alberto Sordi por la coherencia de su obra, que no tiene parangón, y porla excepcional capacidad de utilizar el cine para comunicar y transmitir la historia ideal de valores y costumbres de la Italia moderna desde principios del siglo XX hasta nuestros días".
Falleció a la edad de 82 años el 24 de febrero de 2003 en su villa de Roma, tras una grave enfermedad que duró seis meses.