Biografía - Un auténtico caballo rampante

Cuando se oye hablar del "Cavallino Rampante", se piensa instintivamente en el gran Ferrari y en su larga historia de éxitos en la Fórmula 1. Hubo otra época, sin embargo, en la que el mismo Cavallino Rampante, aunque con algunas ligeras diferencias, gozó de una popularidad y una gloria aún mayores; nos referimos a los tiempos del as del ejército del aire Francesco Baracca, que eligió elFue su madre quien, tras la prematura muerte de Francesco, decidió dar a Enzo Ferrari el ya histórico símbolo.

Francesco Baracca nació en Lugo (Rávena) el 9 de mayo de 1888, hijo de Enrico, un rico terrateniente, y de la condesa Paolina de Biancoli. Su pasión por la vida militar le llevó a asistir a la Academia de Módena y, a los 22 años, con el grado de subteniente, a alistarse en el ejército del aire, donde empezaron a demostrar sus dotes como piloto. En 1915 emprendió su primera misión realde guerra, en el conflicto entre Italia y Austria, pero fue en abril del año siguiente cuando logró su primer éxito con el derribo de un avión enemigo y la captura de su tripulación. Ésta fue la primera de una larga serie de victorias que le valieron el ascenso a capitán y la celebridad sólo dos meses después: sus hazañas se contaron en todo el mundo y alcanzó una estatura épica.es ahora un "as": es decir, se une al pequeño círculo de aviadores que han derribado al menos cinco aviones enemigos, y se convierte en el piloto italiano más importante de la Primera Guerra Mundial.

En 1917, se creó el 91º Escuadrón, una especie de cuerpo especial de aviación, también conocido como "Escuadrón de Ases", y Baracca pudo elegir personalmente a los hombres que operarían bajo su mando: pilotos como Fulco Ruffo di Calabria, el florentino Nardini, Gaetano Aliperta de Campania, Ferruccio Ranza, Franco Lucchini, Bortolo Costantini, el siciliano D'Urso, GuidoKeller, Giovanni Sabelli, el teniente Enrico Perreri, por citar sólo algunos, contribuirían a hacer legendarias las misiones de la 91ª, incluso a costa de sus vidas, como fue el caso de Sabelli y Perreri.

Pero fue en la "Batalla del Solsticio", librada en el Piave en junio de 1918, donde la Escuadrilla de Ases demostró ser decisiva, ya que consiguió hacerse con el dominio del cielo y verter su mortífera potencia de fuego sobre las primeras líneas del enemigo, deteniendo su avance.

El 19 de junio de 1918, precisamente en el transcurso de estos acontecimientos bélicos, Francesco Baracca estrelló su avión en llamas sobre Montello, perdiendo la vida con sólo 30 años.

En su brevísima carrera, que le valió no obstante una medalla de oro, tres de plata y una de bronce al valor militar, así como varios premios menores, participó en no menos de 63 combates aéreos, ganando 34 duelos.

Pero el "As de Ases" es recordado sobre todo por su espíritu caballeresco: Baracca nunca se ensañó con un adversario derrotado y desaprobaba la tendencia a hacer el armamento cada vez más devastador y despiadado.

Su sincero admirador fue Gabriele D'Annunzio, que ensalzó las hazañas y cualidades humanas y militares del Héroe de Lugo, recordándolo con nostalgia incluso después de su muerte.

En Montello, rodeada de altos cipreses, queda una pequeña capilla en memoria imperecedera de Francesco Baracca, un héroe de rostro humano cuyo testamento moral está en un mensaje de paz.