Biografía de Lars von Trier
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Biografía - La ley del dogma
Cineasta controvertido e innovador, Lars von Trier nació el 30 de abril de 1956 en Copenhague, Dinamarca. Von Trier comenzó su carrera en un momento en que el cine danés atravesaba una profunda crisis, ya que, desde los años 50 en adelante, es decir, después de Dreyer, apenas se había producido nada realmente bueno en Dinamarca (salvo algunas películas epígonas de Dreyer).
Ver también: Biografía de Samuele BersaniNo fue hasta la década de 1980 cuando algo empezó a moverse en el cine danés y fue gracias a von Trier (cuyo verdadero nombre es Lars Trier, al que el director añadió el "von" como mera afectación), un joven recién graduado en la Academia de Cine de Copenhague y autor de dos cortometrajes que causaron bastante revuelo, "Nocturne" e "Imagen de un relieve". Corría el año 1981.
Tres años más tarde, dirigió su primera película, aún considerada su mejor logro, "El elemento del crimen", vapuleada en su país por la crítica y nada apoyada por el público; la película tuvo un destino diferente en el extranjero: fue galardonada con el premio a la mejor contribución técnica en Cannes.
A "El elemento del crimen" le siguió en 1987 "Epidemia", realizada con un presupuesto muy limitado y tachada por la crítica de pretenciosa y carente de sustancia. En resumen, la carrera de von Trier no parece querer despegar, apretada como está entre picos inconformistas apreciados por un público de nicho y experimentos oscuros para la mayoría. El director danés volvió a intentarlo con un telefilme, "Medea".Basada, casualmente, en un guión que nunca llegó a realizar el maestro Dreyer. Sin embargo, tampoco aquí se aprecia la originalidad del corte de von Trier, quizá porque el público televisivo es, de hecho, poco proclive a descodificar mensajes visualmente complejos.
Von Trier prosiguió entonces su itinerario con "Europa", final de la trilogía sobre Europa iniciada con "El elemento del crimen" y continuada con "Epidemia". Como de costumbre, la película fue depreciada en su país pero elogiada en el extranjero, hasta el punto de que en Cannes, en correspondencia con un renacimiento general del cine danés, compitió por la Palma de Oro.
La crítica y el público danés cambiaron su actitud hacia von Trier con "El reino-Il regno", un telefilme en cuatro partes de una hora cada una, que también se estrenó (aunque fugazmente) en Italia. La película, una sátira de terror sobre la vida en un hospital gigante, fue un gran éxito internacional y se presentó de nuevo en Cannes.
1995, por otra parte, fue el año que propulsó a von Trier al honor de las crónicas cinematográficas internacionales debido a la presentación, junto a otros cineastas afines a él, de su manifiesto poético-programático, ese 'Dogma 95' que se ha hecho famoso y a veces mal citado.
El manifiesto, por decirlo sin rodeos, es una especie de decálogo que prohíbe los artificios técnicos, escénicos, fotográficos y narrativos: una poética que algunos han calificado de anticinematográfica, o al menos la negación de lo que muchos consideran la esencia del cine.
Ver también: Biografía de Nicolas SarkozyEn 1996, von Trier dirigió una de las películas de más éxito en la historia de todo el cine danés, "Las olas del destino", una famosa película rodada casi íntegramente con cámara en mano, que ganó el Gran Premio del Jurado en Cannes. En 1997 se estrenó "El reino 2", la segunda parte de la farsa hospitalaria, que tuvo casi más éxito que la primera. La película se presentó en Venecia. En Italiano salió pero en el resto de Europa fue un gran éxito.
En 1998, se estrenaron al mismo tiempo dos películas Dogma, ambas presentadas en Cannes: "Festen", de Vinterberg, e "Idiots", de von Trier. La primera ganó el Gran Premio del Jurado ex-aequo con "El General", de Boorman. Mientras tanto, Dogma 95 parecía ser un gran éxito entre los cineastas más exigentes (películas como "Mifune", de Jacobsen, y "El Rey está vivo", de Levring, se adhieren a los preceptos de von Trier,"Amantes" de Barr y otros).
A estas alturas, el director danés parece haber jugado realmente todas sus cartas narrativas. Algunos le acusan de estar demasiado apegado a sus dogmas, de encasillarse en una poética preempaquetada, de haberlo dicho ya todo... En cambio, en 2000, el realizador consiguió sorprender a todos con una película inesperada, "Bailarina en la oscuridad", que cuenta con un reparto tan respetable como heterogéneo. En la gran pantallaEn la pantalla aparecen juntos la incondicional cantante Bjork y un icono del cine francés, Catherine Deneuve, junto a los actores favoritos de von Trier, Jean-Marc Barr y Peter Stormare. La película, esta vez, también convence en taquilla, además de ganar la Palma de Oro en Cannes a la mejor película y a la mejor interpretación femenina (la de Bjork).
En conclusión, von Trier sigue siendo, junto a Kusturica, Gilliam, Tarantino y Kitano, uno de los cineastas más originales que ha dado el cine contemporáneo. Así lo confirman también sus posteriores trabajos "Dogville" (2003), "Las cinco variaciones" (2003), "Manderlay" (2005), "El gran jefe" (2006). Su última obra es "Anticristo" (2009, con Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg).