Biografía - Entre lo sagrado y lo profano

Leonard Bernstein (Lawrence, Massachusetts, 1918) fue un compositor, director de orquesta, crítico, pianista y divulgador estadounidense. Alumno de Walter Piston en composición y de Fritz Reiner en dirección de orquesta, fue quizá el músico más influyente de la segunda mitad del siglo XX. Su labor como compositor, sobre todo en sus partituras para "musicalesproducidas por Broadway, como "West Side Story" y "On the Town", han creado de hecho un puente entre la llamada (con un término erróneo y genérico) música "clásica" y "popular".

En sus obras más comprometidas, en cambio, se mostró ligado a una inspiración neorromántica, al uso de la tonalidad ya "anticuada" y sensible al folclore norteamericano.

Todo ello atrajo durante mucho tiempo la atención de los vanguardistas y provocó que se le juzgara como un músico de segunda categoría.

A los veintiún años, fue al Curtis Institute de Filadelfia para estudiar piano con Isabella Vengerova, orquestación con Randall Thompson y, por supuesto, dirección con Fritz Reiner. Según su testimonio directo, fue precisamente entonces cuando empezó a considerar las partituras desde el punto de vista de la dirección orquestal, donde hasta entonces había sido un perfecto estudiante de Harvard.más al análisis detallado, los había considerado desde el punto de vista del pianista o desde el del compositor. En resumen, nunca antes había contemplado un texto con la idea de dirigirlo.

Sin embargo, desde sus estudios con Reiner, Lenny (como le llaman sus admiradores), siempre ha tenido el objetivo, se podría decir la fijación, de "identificarse" con el compositor, es decir, esforzarse por llegar a un grado tan alto de conocimiento de la obra que sienta que casi se ha convertido en su autor.

Pero escuchemos sus palabras directas:

Su legendario debut tuvo lugar el 14 de noviembre de 1943, cuando sustituyó a un monstruo sagrado como Bruno Walter (célebre músico, alumno de Gustav Mahler, entre otros). Walter debía dar un concierto en el Carnegie Hall, pero enfermó repentinamente, por lo que tuvo que ser sustituido en el último momento, y el desconocido Bernstein, que acababa de ser llamado al podio en ese momento.La actuación (que también se retransmitió por radio) dejó atónitos a los presentes y recibió críticas muy favorables, hasta el punto de que lanzó a Lenny al empíreo de jóvenes promesas a seguir (expectativas que luego se cumplieron...).

1951 fue el año de su sucesión en la dirección permanente de la Filarmónica de Nueva York tras la muerte de S.A. Kussevitzky, otro director de gran carisma. Ese mismo año se casó con la actriz y pianista chilena Felicia Montealegre (con la que supervisó interpretaciones de música con voz recitada, entre ellas 'Parábola de la muerte' de Lucas Foss y 'Jeanne d'Arc au bûcher' de Honegger), la misma que apareceretratado en la portada del famoso disco del "Réquiem" de Mozart, grabado precisamente en recuerdo de la muerte de Felicia (un acontecimiento que, cuando se produjo, sumió a Lenny en la más oscura desesperación).

De 1958 a 1969, Bernstein fue, por tanto, el director permanente de la Filarmónica de Nueva York (más que ningún otro director), un periodo al que debe actuaciones memorables, muchas de las cuales están documentadas por las numerosas grabaciones que realizó. A diferencia de otros artistas supremos (como Arturo Benedetti Michelangeli o Sergiu Celibidache), Bernstein nunca fue hostil a las grabacionesy, de hecho, puede decirse que fue uno de los más asiduos frecuentadores de los estudios de grabación, sin descuidar siquiera, cuando las nuevas tecnologías se imponían, la grabación en vídeo o las retransmisiones televisivas en directo. En esto se parece mucho a su colega de ultramar Herbert Von Karajan.

Profesor de música en la Universidad de Brandeis del 51 al 56, fue también el primer director americano invitado a La Scala para dirigir óperas italianas: "Medea" (1953), "Bohème" y "Sonnambula" (1955). En el 67 recibió la medalla de oro de la "Mahler Society of America" (no olvidemos que fue uno de los más grandes intérpretes de Mahler del siglo XX...), y, en el 79, laDesde el 61 es miembro del Instituto Nacional de Artes y Letras.

Tras renunciar a su puesto de director titular, se dedicó principalmente a la composición, aunque, con el tiempo, retomó la dirección, sin atarse a ninguna orquesta en particular. Por el contrario, este período de "libertad" es famoso por sus logros con los conjuntos más distinguidos del mundo, incluida, en particular, la Filarmónica de Viena. En el aspecto discográfico, en su mayor partede su carrera, incluida su legendaria etapa al frente de la Filarmónica de Nueva York, Bernstein grabó en exclusiva para Columbia/CBS Masterworks (sello ahora adquirido por Sony Classical), y colaboró con los mejores solistas y cantantes del momento. Desde el iconoclasta Glenn Gould (su interpretación de la Segunda de Brahms es un verdadero "caso" en la historiade la música), al más ortodoxo (pero aún así muy profundo) Zimerman; desde la cantante Janet Baker (los conmovedores e insoportables 'Kindertoten Lieder' de Mahler) hasta el violinista Isaac Stern (¡el Concierto para violín de Beethoven!).

Resumir toda la obra de Bernstein es, en efecto, una ardua tarea. En resumen, puede decirse que este músico representa lo mejor que ha producido la música durante el siglo XX. Bernstein no sólo contribuyó, junto con muy pocos otros (incluido, por supuesto, Gershwin), al establecimiento de una forma de teatro típicamente americana, autónoma y original con respecto al melodrama, sino que ademásTambién fue uno de los intérpretes más ingeniosos que jamás se hayan subido al podio (e impresionante, en este sentido, la distancia que media entre cierto carácter "ligero" suyo y el espíritu vibratorio y disolvente con el que abordaba las partituras orquestales. Escuche el nihilista final de la Novena de Mahler). Lenny supo así mezclar, en una mezcla que nunca cae en el mal gusto ni en lo facilón,músicas cultas de tradición europea y lenguas típicamente americanas que incluyen, además de las ya "cultas" del jazz, también las del musical y la balada (como en el ballet "Fancy Free" o la ópera cómica "Candide").

Inolvidable, por ejemplo, es su 'West Side Story', una reinterpretación moderna de Romeo y Julieta de Shakespeare, llena de canciones memorables y en la que, en lugar de los Capuleto y los Montesco, se narra el enfrentamiento entre bandas puertorriqueñas en el Nueva York de finales de los 50. Y para los que tengan dudas sobre sus dotes como pianista, recomendamos encarecidamente escuchar los quintetos deSchumann y Mozart grabados con el cuarteto Julliard.

Por último, Berstein fue uno de los profesores más distinguidos y eficaces que jamás hayan existido. Insuperables son sus conferencias dirigidas al público joven o infantil, retransmitidas por la televisión estadounidense (los llamados "Conciertos para jóvenes de la Filarmónica"). Documentos del más alto nivel (aunque nunca académicos), en los que realmente se observa a un genio trabajando. Estos conciertos, y las conversaciones queles acompañaban, fueron concebidos, escritos y presentados en televisión íntegramente por él, y a través de ellos toda una generación de estadounidenses descubrió y vio crecer su amor por la música.

Entre sus obras "comprometidas" figuran la "Sinfonía Jeremiah" (1942), "The Age of Anxiety" para piano y orquesta (basada en el poema homónimo de W.H. Auden), (1949), la "Serenata para violín, cuerdas y percusión" (1954), la "Misa", compuesta para la inauguración del Centro John F. Kennedy de Artes Escénicas de Washington (1971) y "Songfest" para seis voces solistas y orquesta.(1977). Escribió la ópera 'Trouble in Tahiti' (1952), y además de las comedias musicales ya mencionadas, no hay que olvidar las obras sinfónico-corales como 'Kaddish' (1963) y 'Chichester Psalms' (1965). También hay mucha música escénica y cinematográfica. De hecho, no hay que olvidar que Bernstein ganó un Oscar a la mejor banda sonora por la película 'On the waterfront' ('Frente al mar').puerto").

Declaró: "... Después de las actuaciones que yo llamo buenas (una experiencia increíble como si estuviera componiendo en ese momento...), deben pasar varios minutos antes de que pueda recordar dónde estoy, en qué sala o teatro, en qué país, o quién soy. Una especie de éxtasis que corresponde en todos los sentidos a la pérdida de conciencia... "Es un tormento digno de Hamlet ser un verdadero progresista", suspiró exasperado tras la entusiasta admiración que había despertado en una fiesta que dio en honor de un grupo deGracias a su conocimiento de primera mano de este mundo, se le atribuye el neologismo "radical-chic", palabra que utilizaba para referirse a los izquierdistas neoyorquinos que solían reunirse, con cierto esnobismo, en los salones más prestigiosos de la ciudad.

Leonard Berstein falleció tras una larga enfermedad (era, entre otras cosas, un fumador empedernido), en 1990, dejando un vacío insalvable de imaginación y creatividad, pero también de profundidad y seriedad, en su aproximación a ese gran arte llamado Música, un arte que no podía haber encontrado en él un mejor servidor.

[Las declaraciones de Bernstein están tomadas del libro "Maestro", editado por Helena Matheopulos, Vallardi editore].